Ya desde muy pequeños la Constitución está presente
en nuestras vidas. Seguramente la mayoría de nosotros recuerda como al llegar
la primera semana de diciembre en el colegio dedicábamos un día a realizar
actividades especiales de juego y entretenimiento: “El día de la Constitución”.
Sin embargo, a medida que íbamos creciendo, nos
fuimos dando cuenta de la importancia que tenía la Constitución para todos los
españoles; y de que a pesar de ser tan importante, a nivel general existe un
gran desconocimiento sobre la misma entre la población.
Así, si preguntáramos por la calle: “¿Qué es para
usted la Constitución?”; prácticamente obtendríamos en la mayoría de los casos
respuestas del tipo: “La Constitución es la ley más importante de nuestro
país”. “La Constitución es la ley de leyes en España” o “En la Constitución se
recogen los derechos y deberes fundamentales de todos los ciudadanos”.
Ahora bien, aunque estas afirmaciones no dejan de
ser ciertas, nuestra Constitución es mucho más que todo eso, ya que su texto no
sólo versa sobre los derechos y deberes fundamentales de los españoles, sino
que también nos habla de la Corona Española (de la figura del Rey y de sus
funciones), de la organización política del país, de su sistema judicial,..., y
de otros aspectos no menos relevantes.
Por último, y reflexionando sobre qué significa e
implica la Constitución en la ciudadanía, lo único que me faltaba era hacerme a
mí misma la pregunta; y lo hice pensando en cuál sería mi respuesta antes de
cursar el ciclo de Administración y Finanzas y cuál sería la respuesta a día de
hoy. Así fue como sorprendentemente descubrí que mi opinión sobre nuestra Carta
Magna no distaba mucho de la de
cualquier español, y de cómo ésta ha cambiado tras saber algo más de ella.
Por ello, a día de hoy, me enorgullece celebrar cada
6 de diciembre cómo hace 35 años se construyó nuestra Constitución gracias al
amplio consenso de una generación de
políticos que antepusieron el interés general del pueblo español a los
particularismos partidistas, haciendo posible un período de paz, democracia y
progreso, y trayendo una época de estabilidad política e institucional como no
se conocía hasta entonces en la historia de España.
La Constitución es ley de leyes y garantía de
igualdad, y su texto marcó un antes y un después en la historia de nuestro
país, ya que fue redactado y aprobado en una etapa de transición política y de
lucha social, que supuso para España el paso de la dictadura franquista a un
régimen monárquico, democrático y parlamentario.
Y aunque para algunos, todo esto no deja de ser un
hecho histórico y político, claramente de gran repercusión, no debemos olvidar
el espíritu con el que nació nuestra Constitución. Un espíritu de libertad e
igualdad, democrático y protector del bienestar; un espíritu que, en mi opinión
se está perdiendo, y que hace necesaria una reforma del texto constitucional.
Constitución Española de 1978, la constitución de la
libertad, la constitución de la lucha social, la constitución del pueblo.
Respetemos nuestra Constitución y adaptémosla a los nuevos tiempos.
Por: Araceli García
Pedrosa
2º CFGS Administración
y finanzas
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