En cuarto de la ESO hemos trabajado el Romanticismo, un
movimiento literario de comienzos del siglo XIX donde prevalecen los
sentimientos y los impulsos del alma frente a la lógica a la razón. Es típico
estudiar siempre autores como Zorrilla, Espronceda y Larra, pero nosotros hemos
querido también conocer la “Cara B” de este movimiento, y nos hemos adentrado
en el desconocido Costumbrismo, una rama del Romanticismo muy relacionado con los
nacionalismos imperantes de la época. Se trata de una literatura que retrata
cada nación diferenciándola de los demás, dibujando sus gentes, costumbres y
lugares.
Un género muy cultivado en este sentido fue el de los Tipos,
artículos donde describían a las gentes de la España del XIX.
Los alumnos de 4º de ESO A han trasladado este género al
siglo XIX, han elegido un tipo social y han hecho su propio artículo. Aquí
tenemos un ejemplo:
EL POLÍTICO
He elegido la figura del político porque en estos momentos con
la situación de este país no están actuando muy bien.
Voy a empezar con la definición que hace la Real Academia sobre
lo qué es la política: La
política es una rama de la moral
que se ocupa de la actividad, en virtud de la cual una sociedad libre,
compuesta por hombres libres, resuelve problemas que le plantea se convivencia
colectiva. Es un oficio destinado a hacer el bien común.
Hoy en día creo que los políticos son personas que utilizan su
inteligencia para hacer cosas para su provecho personal.
También utilizan los medios de comunicación para poder llevar su
ideología a los telespectadores. En el caso de la televisión (La Primera
ahora mismo está muy mal porque la audiencia no quiere ese tipo de TV), y los
periódicos, como La Razón, que por cierto cumple quince años, están muy
controlados por el Partido Popular.
También hay otras televisiones que no se les nota tanto que son
del PP.
Otra de las características de los políticos actuales es que hacen propuestas que no las piensen
cumplir y, lo que hacen es engañar al pueblo. Una de las propuestas es que
íbamos a salir de la crisis sin destruir empleo.
Tampoco analizan la realidad del país y las soluciones que les
dan a los problemas no sirven ni para convencer a un niño.
Y para terminar quiero decir una cosa a los políticos: “Que no
mientan a los ciudadanos y que sean como los políticos que dice la Real
Academia”
Sergio Rodríguez 4º
ESO A
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